Para Qué Sirve el Apéndice?

No cabe duda alguna de que el apéndice es uno de los órganos del cuerpo humano más controversiales que existen. Su existencia ha generado numerosos estudios en casi todos los ámbitos de la medicina, tratando de descifrar para qué sirve el apéndice.  No es extraño encontrar opiniones contrariadas respecto a la utilidad y funcionamiento del apéndice. Sin embargo, ya el panorama actual parece haber sido clarificado.

De hecho, no todas las personas llegan a verse envueltas en el dolor punzante que puede ocasionar el sufrir de apendicitis. Es sin duda uno de los dolores más fuertes y prolongados que se pueden llegar a sufrir a nivel abdominal y amerita una cirugía de extirpación del apéndice de urgencia. Aquellos que la han sufrido, probablemente desearían no haber tenido un apéndice en primer lugar, si les iba a causar tanto dolor.

En ese momento, muchos nos preguntamos para qué sirve el apéndice en realidad, siendo una bolsita de apenas unos ocho centímetros de largo por entre 4cm a 2mm de grueso; que se encuentra conectada al intestino grueso y cerca del tramo que lo conecta al intestino delgado. Se puede ubicar en la parte inferior derecha del abdomen, aunque ni siquiera pensamos en ella hasta que nos ocasiona este terrible problema.

En la actualidad, algunos médicos aun consideran al apéndice un órgano no esencial y sin función alguna. Inclusive, algunos estudios han reportado que el apéndice es tan solo un remanente evolutivo de especies antiguas del ser humano. En aquellas épocas, la costumbre era la de alimentarse con gran cantidad de alimentos provenientes del reino vegetal, y que se necesitaba del apéndice para procesar dicho contenido alimenticio.

Efectivamente, muchas personas aún piensan eso acerca de este pequeño órgano. No obstante, el avance de la ciencia ha logrado descubrir que el apéndice sí cumple una función y es más importante de lo que parece.

Función del Apéndice

Si bien la cultura general nos viene diciendo desde tiempos inmemorables que el apéndice es un órgano totalmente incompetente, y que su existencia solo ocasionaba problemas, ahora la situación es diferente. Aunque una apendicitis sin tratar puede ser un inconveniente sumamente grave -y, de hecho, mortal-, la función del apéndice sí existe, y es la producción y producción de bacterias beneficiosas dentro del intestino humano.

Aunque la extracción del apéndice parece no tener efectos adversos o secundarios en el organismo, tal parece que el apéndice tiene asociación con ciertas bacterias del sistema digestivo. Cuando enfermedades gastrointestinales como el cólera o disentería atacan, la muerte de muchas de estas bacterias ocurre, o bien son purgadas del organismo. Es entonces cuando el apéndice realiza un proceso de reinicio del sistema digestivo, por decirlo de alguna manera.

En otras palabras, existen enfermedades que tienen la capacidad de limpiar o purgar los intestinos; o, dicho de otro modo, destruye a todas las bacterias beneficiosas para el organismo. Es entonces cuando entra en juego la acción del apéndice, que cumple el papel de refugio para bacterias y de colonizar el intestino de bacterias con el objeto de mantenerlo sano.

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Inclusive, el apéndice forma parte del sistema linfático humano, por lo que su función principal es considerada del tipo inmunológico. Para explicar esto un poco mejor, la principal función del apéndice es permitir que ciertos microbios tengan la oportunidad de crecer para establecer control y apropiada estimulación de la flora intestinal en nuestro organismo, en caso de cualquier mínimo indicio de infección en el colon o en el intestino.

No todos opinan que el apéndice sea útil para el ser humano

No obstante, y hasta encontrar más evidencia al respecto, gran cantidad de médicos seguirán dudando de la función del apéndice. La mayoría sostiene su afirmación de que el apéndice no tiene provecho para el organismo humano debido que, al extraerlo, no ocurren cambios negativos o inconvenientes en el funcionamiento del cuerpo de los pacientes.

Para afianzar esta posición, se dice que, debido al avance de la medicina y la ciencia en la actualidad, lo más probable es que ya no sea necesario que el cuerpo conserve una reserva de bacterias; lo que lleva a muchos médicos a seguir de acuerdo con la teoría de que el apéndice no tiene utilidad.

Por si fuera poco, no existe tampoco un consenso válido sobre si el apéndice permanecerá en nuestro cuerpo ante el proceso evolutivo. Muchos teóricos afirman que el apéndice desaparecerá del cuerpo, mientras que otros consideran que no será así, sino que ganará importancia dentro de nuestro organismo.

¿Y qué es la Apendicitis?

En lo que a la apendicitis se refiere, en esencia, es un proceso inflamatorio del apéndice, el cual se suscita en el momento en el que su abertura se cierra, bien sea por la presencia de heces o cuerpos extraños, o en casos más extraños, debido a un tumor.

La apendicitis es considerada una afección de suma urgencia, cuyo diagnóstico, tratamiento y cirugía deben ser realizados con la mayor rapidez posible, debido a que puede causar la muerte del paciente en los casos y circunstancias de mayor gravedad.

Lo más engorroso acerca de la apendicitis es realizar su diagnóstico, debido a que los síntomas de esta afección pueden llegar a ser tan diversos y cambiantes que dificulta su detección; en especial en casos de niños pequeños, mujeres y personas de la tercera edad, en las cuales es fácil confundir estos síntomas con otros trastornos de salud diferentes.

No existe una edad específica en la cual las personas sean más propensas a padecer de apendicitis; no obstante, se ha observado un brote de incidencias más frecuentes entre los 10 y 30 años de edad, sin razón aparente. Asimismo, es más común en hombres que en mujeres, si bien no se han hallado razones hormonales para este fenómeno.

La apendicitis por si misma, o la inflamación del apéndice, no es el problema como tal. El problema es que, si se deja pasar el tiempo y empeora la condición, el apéndice empieza a manifestar necrosis.

Concretamente, esto quiere decir que el apéndice puede llegar a pudrirse en la parte interna del abdomen, lo que evidentemente ocasionaría una situación de emergencia denominada Peritonitis, que supone un riesgo de suma gravedad para la vida de la persona afectada.

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Por esta razón, es que es tan importante efectuar un diagnóstico y tratamiento inmediato y agresivo que paralice el avance de la apendicitis. Hasta ahora, el único tratamiento existente y efectivo para tratar la apendicitis es la extirpación quirúrgica del apéndice. Este hecho ha vuelto a la apendicitis la razón número uno de cirugía abdominal en todo el mundo.

Síntomas de la Apendicitis

Aun así, los síntomas de la apendicitis en ocasiones no son muy claros. De hecho, existe lo que se conoce como apendicitis atípica o apendicitis asintomática, la cual es precisamente eso: un tipo de apendicitis muy extraño que no manifiesta síntomas fuertes.

Los pacientes con apendicitis suelen padecer de dolor muy fuerte y que empeora de forma progresiva en la parte próxima al ombligo en la región abdominal. No obstante, el diagnóstico se complica con algunos pacientes, entre los que destacan las mujeres en estado de gravidez, los ancianos y niños, son mas propensos a tener síntomas atípicos.

En estos casos, la apendicitis atípica puede aparecer como un dolor entre leve a moderado que no cambia su intensidad. Otros casos atípicos hacen que el paciente note un dolor cerca del ombligo que se va tornando más fuerte entre seis a 12 horas más tarde, sintiéndolo desplazarse en la parte inferior derecha del abdomen. En casos atípicos aún más extraños, el dolor simplemente permanece en un solo sitio y a una misma intensidad durante todo el proceso inflamatorio.

En un caso normal, la mayoría de los pacientes que padecen apendicitis manifiestan una hipersensibilidad en la zona del abdomen. Sin embargo, en un caso poco común, la sensibilidad aumentada al tacto será muy leve y no tiende a empeorar. De hecho, existen casos extremos en los que no existe hipersensibilidad de ningún tipo.

La apendicitis no siempre muestra síntomas concretos

El cambio en las necesidades fisiológicas intestinales también es un síntoma atípico de la apendicitis, que tiene que ver con la disminución en la frecuencia o un cambio en la consistencia de las evacuaciones, que pueden pasar a ser secas y duras. Debido a la ausencia de dolor o sensibilidad, es probable que la apendicitis se diagnostique como un simple estreñimiento.

Otro síntoma común de la apendicitis es la presencia de fiebre, que puede variar entre 37,7 a 38,3 grados centígrados. Sin embargo, una persona con un caso de apendicitis atípica podría no padecer de fiebre en lo absoluto, haciendo aún más complicado el diagnóstico de este silencioso padecer.

Un síntoma adicional de la apendicitis es las nauseas moderadas. Se trata de un síntoma leve pero persistente, y que termina ocasionando vómitos como signo de inflamación del apéndice. Si los vómitos perduran por más de un día, lo más aconsejable es llamar al médico y hacer una revisión de urgencia. Sin embargo, si sospecha que se trata de apendicitis por su aparición junto a otros síntomas de la afección, vaya a Emergencias lo antes posible.

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Otro síntoma muy molesto puede ser la distensión abdominal y gases. Si bien una sensación de llenura en el estómago puede ser el indicativo de haber comido demasiado durante el día, si la sensación se prolonga por un período muy anormal de tiempo, este puede ser un claro signo de apendicitis que no se debe ignorar. Realice un eco en el paciente lo antes posible para verificar el origen de la distensión en el abdomen.

El dolor por apendicitis puede manifestarse hasta en las actividades más comunes, como toser, estornudar, gestos rápidos, agacharse, entre otros movimientos que involucren el abdomen de alguna forma u otra. Es importante que, si presiona el abdomen en la parte inferior derecha por unos segundos y al soltarlo se intensifica el dolor, es casi seguro que se trata de un caso de apendicitis. Acuda a la sala de emergencias lo más pronto que pueda, porque seguramente necesitará ser intervenido lo antes posible.

¿Qué es la Peritonitis?

Como fue apenas introducido, la peritonitis es una afección que surge como consecuencia de la apendicitis. Se trata de una inflamación grave de la zona abdominal del peritoneo, la cual es una capa mucosa que funciona como recubierta de algunos órganos en la parte central del cuerpo.

Debido a que esta enfermedad puede ser causada por la negligencia o falta de síntomas en la apendicitis, o por un golpe en la zona del peritoneo, sus síntomas son similares a los de la apendicitis. De no tratar esta enfermedad a tiempo, puede ocasionar una falla de carácter orgánico que incluso puede derivar en la muerte sumamente prematura.

Se asocian ciertas afecciones a la peritonitis, como es el caso de la taquicardia, o aumento de la frecuencia cardíaca; la sepsis, que no es más que una infección bastante grave; y ciertos trastornos que pueden terminar ocasionando shocks y paros cardíacos.

El diagnóstico de la peritonitis exige la realización de ecografías en el área perjudicada, así como un examen rectal o vaginal que haga posible el conocimiento de los perjuicios en el interior del organismo. No obstante, el único tratamiento viable y directo de emergencia para esta afección es una operación o cirugía, lo cual también dependerá del estado general de salud de la persona en concreto.

En relación con el tratamiento tras la operación, lo más importante es recordar que al principio puede ser muy difícil. La persona suele encontrarse muy cansada y anestesiada, a lo cual se le añade el cuadro febril que se suele mantener por unos días durante el postoperatorio.

El paciente puede llegar a permanecer en el hospital alrededor de unos tres o cuatro días luego de la operación. Durante este período, se le someterá a un tratamiento con analgésicos para mitigar el dolor o calmantes. No obstante, no hay mucho de qué preocuparse, pues la recuperación es progresiva, pero casi segura si se siguen todas las recomendaciones de las enfermeras y los especialistas con respecto a hablar poco para evitar gases, permanecer acostado la mayor cantidad de tiempo posible y tener una alimentación blanda por algunos dias.

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