Introducción
Si bien es cierto que la alimentación es una de las necesidades fisiológicas del ser humano, la nutrición que va de la mano con este requerimiento es clave para que haya un máximo aprovechamiento de los elementos esenciales, que se hacen indispensables a la hora de su correcto funcionamiento. Es por ello que al consumir cualquier platillo, no está de más que se conjuguen ingredientes que pertenezcan a los tres diversos grupos alimenticios, como lo son los carbohidratos, las proteínas y las grasas de origen vegetal, cuya combinación excepcional nos otorgará todos los nutrientes para ganar en salud y así poder desenvolvernos optimamente.
Y es que un déficit de cualquiera de las sustancias que nos surten, además del combustible para impulsarnos cada día en el desempeño de nuestras actividades cotidianas, de las vitaminas y otros compuestos afines, puede provocar un serio desequilibrio orgánico que se traduce no sólo en pérdida de energía, sino también de bienestar físico y mental. Por lo tanto, se convierte en un punto que no debe pasar desapercibido si se desea gozar de una plenitud total, que es algo sencillo de alcanzar si se colocan en un balance los factores positivos en contraposición con aquéllos que sabemos, son perjudiciales y realmente desencadenan una serie de inconvenientes.
Propiedades del Zinc
Quizás en el pasado no se tenía mayor conocimiento de la importancia que representaban las sales minerales como el zinc en la dieta, pero ahora que la información parece llegar más fácilmente a nuestras manos, es crucial que estemos enterados del protagonismo que ocupa como precursor de las enzimas del cuerpo, al participar en el proceso de metabolización de al menos unas trescientas de ellas.
Se vuelve fundamental debido a la presencia que tiene en cada una de nuestras células y, asimismo, en la creación de los genes que las constituyen, por cuanto su propiedad antioxidante es el atributo que se destaca al desprenderse de él un conjunto de acciones regeneradoras, que se encuentran en funciones como la cicatrización y la producción de glóbulos blancos que evitan y combaten múltiples enfermedades.
Beneficios del Zinc
Tomando en consideración todas las cualidades que se derivan del consumo habitual del zinc, queda en evidencia el papel que juega al metabolizar desde cada uno de los alimentos que comemos, hasta proteger el aparato reproductor y el hígado y, por supuesto, promover un equilibrio en los distintos sistemas y sentidos que operan en nuestra anatomía. Es de este modo en el que actúa este potente componente, el cual se halla presente en muchas de las comidas que ingerimos a diario, ayudándonos básicamente a reestructurar material genético y tejidos con los que se previenen y tratan algunas afecciones de salud, entre las que valen la pena mencionar:
- Las relacionadas con el sistema inmune, que es la principal barrera protectora que se interpone entre nuestro organismo y los agentes del entorno que, por muy microscópicos que luzcan, son capaces de generar cuadros infecciosos y graves problemas a raíz de la propagación de éstos, como por ejemplo la neumonía y otros menos riesgosos pero más frecuentes como los resfriados.
- Aquéllas estrictamente vinculadas con el órgano más extenso de todo el cuerpo humano: la piel, ya que como se indicó previamente, este compuesto es un reestructurante de los tejidos y, por ende, impide las lesiones y a su vez, favorece la cicatrización de las mismas e incluso, la sanación de las úlceras y de irregularidades cutáneas como el acné.
- Algunas de orden oftalmológico, como producto de una disminución óptica que se asocia con la edad llamada degeneración macular, en la cual los adultos mayores pueden empezar a experimentar una progresiva pérdida de visión, estando o no propensos a padecerla.
- La resistencia insulínica que se manifiesta cuando no hay una adecuada segregación de esta sustancia desde el páncreas, que se encarga de estabilizar y transformar el azúcar contenido en sangre en energía aprovechable por las células, a las que también adapta para que puedan recibirla correctamente y así no se produzca un rechazo.
- Patologías ligadas al crecimiento y desarrollo del feto, los bebés y niños, así como otras de carácter hormonal que inciden en la fase de la adolescencia, donde es necesaria una regularización para que a futuro se eviten inconvenientes que afectan principalmente a los hombres, los cuales llegan a sufrir de una importante reducción de esperma y trastornos por baja testosterona, como pérdida de la libido e impotencia sexual, poca masa muscular y energía e hiperplasia benigna de la próstata que con los años incrementa las micciones al hacer presión sobre la uretra.
- En el mismo orden de ideas, el zinc metaboliza una hormona llamada melatonina y normaliza el funcionamiento del neurotransmisor dopamina, con ello se tienen dos variables imprescindibles para lograr un descanso total y buen ánimo, que a la par propicia la lucidez mental al activar los procesos cognitivos.
- Aparte, como precursor de la testosterona que está presente tanto en hombres como en mujeres (aunque en menor medida), se encuentra implicado en un mejor desempeño óseo y de la tiroides, por tal motivo impedirá las enfermedades que se deriven de dicho sistema y dicha hormona.
- Sin olvidar que su déficit puede producir alteraciones en el gusto y el olfato, pérdida de cabello y hasta de peso por inapetencia, diarreas, poca concentración e inadecuada coagulación sanguínea.
Fuentes y dosis recomendadas de Zinc
Son muchas las formas que existen en la actualidad para una apropiada obtención de este nutriente esencial tan vital para el organismo, que pasan por las fuentes naturales y suplementos, en cuya variación se determina si se prescinde o no de la segunda opción sugerida, puesto que en la ingesta de ciertos ingredientes hay cantidades suficientes de zinc. Por ejemplo, hay proteínas y vegetales que son ricos en esta sal mineral, entre los que se deben destacar en primer lugar las ostras, seguidas de otros productos marinos con pescados como la caballa, los cangrejos, las langostas y los mariscos; pasando al plano terrenal, están las aves y carnes rojas y derivados proteicos, como los huevos, lácteos y quesos.
Igualmente, quienes se declinan por mantener un régimen dietético vegano, lo consiguen en los cereales integrales y fortificados, las semillas de calabaza, los frutos secos, el germen de trigo, los frijoles y la levadura de cerveza; aunque también vale acotar que es menor la proporción, si se le compara con quienes llevan una nutrición balanceada que incorpora las carnes, por lo cual es preciso que su ingesta de zinc se aumente a un cincuenta por ciento más con algún acompañamiento nutricional. Entre estos complementos, están los multivitamínicos que casi siempre lo incluyen y presentaciones del zinc en solitario o en conjunto con minerales como el magnesio o el calcio o bien, con ácido aspártico más fenogreco, que regulan hormonas y suben la testosterona.
En casos de anemia drepanocítica, enfermedades en el sistema digestivo, personas con problemas de alcoholismo y bebés amamantados o infantes con diarrea, puede ser necesario un aporte extra de zinc y lo común es no excederse con las medidas estandarizadas acordes a la edad, donde los bebés de hasta seis meses tienen permitido un máximo de cuatro miligramos y los de siete a doce meses, cinco miligramos; niños de uno a tres años siete miligramos, de cuatro a ocho años doce miligramos y de nueve a trece años, veintitrés miligramos.
Los adolescentes de catorce a dieciocho años, no deben sobrepasar los treinta y cuatro miligramos y los adultos, cuarenta miligramos, ya que potenciarían los efectos secundarios como malestares estomacales, náuseas y vómitos, cefalea (dolor de cabeza) e inapetencia, que se intensifican al prolongarse en el tiempo junto con otras manifestaciones, entre las que figuran poca capacidad de respuesta del sistema inmune, bajo colesterol bueno y pérdida de cobre.
Fuente| Wikipedia