La marihuana, una planta originada hace milenios atrás, es catalogada por su nombre científico como Cannabis Sativa. En este sentido, existen registros arqueológicos que data del año 8000 AC, que hacen alusión a la historia cronológica de la marihuana; así como para qué sirve la marihuana. Esta ha sido considerada por chamanes, gurús, biólogos, médicos y científicos como una planta de carácter medicinal, espiritual, recreativo e industrial, debido a que sus usos son muy variados.
Sin fijar detalle en el debate o discusión política y moral del uso del cannabis; el uso medicinal del cannabis puede cambiar la perspectiva del mundo respecto a esta planta y el debate público sobre la legalización de la marihuana; una materia en la cual las ciencias de la medicina podría verse grandemente beneficiada.
Ciertos dolores crónicos reincidentes en ciertas enfermedades han sido tratados con la marihuana, al igual que un sinfín de afecciones crónicas. De hecho, en ciertos países, la legalización de la marihuana se ha realizado con fines medicinales y terapéuticos. Su implementación en este ámbito ha sido exitosa tanto en pacientes como en estudios que han buscado comprobar sus propiedades analgésicas.
Muchas personas se preguntan cómo fue que la marihuana pasó de ser una droga recreacional a un tratamiento medicinal. En primer lugar, es importante conocer que el principio activo de esta hierba es el THC; el cual se fracciona en una buena cantidad de compuestos orgánicos que reciben el nombre de cannabinoides; cuyo poder de acción puede actuar de diferentes formas en el cuerpo del ser humano.
Aunque el uso de la marihuana es más popular como droga recreacional, el respaldo de los científicos es cada vez mayor hacia el uso terapéutico para condiciones médicas; como el glaucoma, la epilepsia, el cáncer, náuseas y migrañas, entre otras enfermedades.
Formas de consumo de la marihuana
Su forma de consumo más común es el fumar la hierba; si bien también se le puede aplicar en aceites, vaporizaciones, píldoras e infusiones para el cuerpo. Asimismo, es importante recordar que existen diversos tipos de marihuana; algunas de estas no causando los efectos de euforia que se encuentran presentes en ciertas variedades.
La Marihuana como analgésico
Se ha comprobado en estudios científicos que la efectividad de la migraña como analgésico es cientos de veces más poderosa que la de una aspirina; en especial para el tratamiento de afecciones como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y la migraña.
Su uso como analgésico inició como tratamiento para los pacientes que sufrían de dolores fuertes debido al cáncer. No obstante, con el paso del tiempo su utilización se vio ampliada hacia otros padecimientos; incluso, a personas cuyas lesiones ameritaban tratamiento con analgésicos de forma crónica.
Si tomamos en consideración los denominados analgésicos narcóticos, como es el caso de la morfina, el tramadol y el fentanil; el cannabis no origina adicción ni inhabilita a la persona que la consume. Por estos motivos, se le considera como una alternativa natural a otras drogas.
Las propiedades analgésicas de la Cannabis Sativa tienen su efecto sobre el sistema nervioso, haciendo que los receptores específicos del cerebro activen respuestas para liberar dopamina y una serie de diversos neurotransmisores.
Asimismo, no solo funciona como analgésico. La marihuana también posee, como efecto dual, la distracción de la persona de su dolor mediante la relajación, el dormir más plácidamente, y el contar con la energía necesaria para afrontar el padecimiento de una mejor manera.
Aunque la comunidad científica no haya dictaminado que la marihuana sea el mejor analgésico que se puede conseguir en la actualidad; sus propiedades significativas, aunado a sus pocos efectos secundarios, la hacen ideal para ciertas situaciones que normalmente imposibilitarían el cumplimiento de una rutina normal a las personas que padecen de los mencionados dolores.
Beneficios de la Marihuana
Podría impedir el avance del VIH en el organismo
Ha sido comprobado recientemente que el ingrediente activo de la cannabis, el THC puede impedir el avance del VIH en simios; alegando que se ve un aumento del nivel de célula saludables en aquellos sujetos que recibieron dosis de THC.
Retarda el progreso del Alzheimer
Estudios han demostrado que la marihuana es capaz de bloquear la enzima que se presume responsable de ocasionar el avance del Alzheimer, se le conoce como calpaína. Asimismo, se usa para prevenir que la atención y la memoria se vean afectadas por los coágulos de proteína.
Aplaza el avance de células cancerígenas
Se ha descubierto que la marihuana posee un compuesto particular que puede llegar a detener la metástasis en algunos tipos de cáncer de carácter agresivo. Por si fuera poco, también se descubrió que algunos cannabinoides no psicoactivos han logrado ocasionar la pausa simultánea del progreso de las células cancerígenas en la leucemia; y lo más importante, no solo en las iniciales sino en todas las fases del ciclo de la célula. En ciertos países como en el Reino Unido, ya se han empleado ciertos compuestos a base de marihuana para derrotar células cancerígenas en pacientes con leucemia.
Previene y trata la adicción a los opiáceos
Por contradictorio que parezca, la marihuana puede ayudar a mitigar la adicción o la dependencia a medicamentos que se encuentran basados en opiáceos; sin ocasionar por si misma dependencia o adicción.
Es útil para combatir la depresión y la ansiedad
Estudios han demostrado que el consumo de la marihuana de manera ocasional o diariamente, puede manifestar niveles más bajos de depresión que aquellos pacientes que jamás la han experimentado. Inclusive, se ha comprobado que el consumo en pequeñas dosis de la marihuana puede ayudar al alivio de ciertos síntomas de la ansiedad.
Sirve de apoyo para el tratamiento de la epilepsia y el síndrome de Tourette
El tratamiento de la epilepsia infantil tuvo un progreso impresionante gracias a la aprobación de las investigaciones del uso de la marihuana por la FDA de Estados Unidos. Asimismo, en otras investigaciones fue comprobado que sirve también para aliviar los síntomas del síndrome de Tourette.
Posee cualidades neuroprotectoras
La marihuana tiene propiedades capaces de restringir el daño neuronal producido tras el sufrimiento de un infarto o de golpes fuertes en la cabeza. Se ha estudiado incluso la posibilidad de que, de demostrar sus propiedades para este tipo de padecimientos, la sociedad deportiva podría considerar el uso de la marihuana para el tratamiento de contusiones de los deportistas.
Previene la ceguera por glaucoma
En pacientes con glaucoma, el consumo de forma oral, intravenosa o por inhalación de la marihuana ha logrado disminuir la presión al interior del ojo, previniendo la ceguera en este tipo de afecciones.
Ayuda a reducir los niveles de insulina en pacientes diabéticos
Gracias al uso de la marihuana en algunos estudios, se descubrió que la marihuana logró metabolizar mejor los carbohidratos en los pacientes que la consumieron que en aquellos que no. Esto ocasionó que el nivel de insulina permaneciera un 16% por debajo de los valores que los de una persona que jamás hubiera consumido marihuana. Asimismo, el cannabis ayuda a disminuir la resistencia a la insulina en un 17%.
La marihuana sirve de afrodisíaco
En el término de las relaciones sexuales, la marihuana se vuelve un interesante afrodisíaco. El cannabis ayuda a ampliar el espectro sensorial durante el acto; así como hace posible una mejor relajación y un mayor flujo de sangre, justo en un proceso en el que la irrigación sanguínea se necesita que sea la más óptima posible. Por si fuera poco, la marihuana también impulsa la producción de oxitocina; por lo que también agrega las bondades de la liberación de esta hormona del amor.