El principal responsable de mantener nuestro estado de salud en la mejor condición posible, recae en el sistema inmunológico. Al igual que el resto de nuestro organismo, este también debe de recibir ciertos cuidados, los cuales podemos darle a través de una buena alimentación o descansos apropiados.
Por la función que cumple en nuestro organismo (combatir bacterias y virus en nuestro cuerpo), es necesario saber la manera en que actúa el sistema inmunológico y los beneficios que este nos ofrece.
El sistema inmunológico se defino como una protección propia del organismo contra algunas infecciones como virus y bacterias que pueden dañar nuestra salud. Este actúa destruyendo las células patógenas para así evitar que estas causen cualquier tipo de enfermedades.
Funcionamiento del sistema inmunológico
Cuando es descubierta una sustancia que entra al organismo con la finalidad de causar daño, diferentes células se encargan dar una respuesta a dicho acontecimiento. Por ende, las células actúan para provocar que los linfocitos B desarrollen anticuerpos que ayuden a combatir dicha bacteria.
Además de ello, estos anticuerpos también permanecerán en el organismo una vez que cumplan su función, y con la finalidad de combatir nuevamente la sustancia extraña en caso de que esta vuelva a atacar.
Nuestro sistema inmunológico, está compuesto por células que tienen la tarea de vigilar, descubrir y quitar aquellas bacterias que se consideran como dañinas para la salud del organismo. Un claro ejemplo de ello, son los glóbulos blancos que se encargan de defenderlo.
El sistema inmunológico también tiene la capacidad de poder diferenciar las células extrañas de las propias. Por esta razón, su una extraña entra al organismo, automáticamente será marcada como un invasor, por lo que se empezará a trabajar para destruirla antes de que esta cause posibles daños.
Beneficios del sistema inmunológico
Una persona cuyo sistema inmunológico no funcione de la manera apropiada, será más propensa a sufrir más enfermedades ocasionadas por bacterias extrañas que entran al organismo. Si hay que desatacar algunos beneficios del sistema inmunológico, podemos mencionar los siguientes:
- Nos ayuda a mantener un mejor estado de salud.
- Combate cualquier célula extraña que entre al cuerpo.
- Las células que son creadas para combatir un virus, quedan alojadas en el sistema inmunológico, lo que implica que nos ayudará a protegernos de una futura infección.
- Evita que nuestra salud se deteriore en caso de que seamos afectados por una enfermedad.
- Seremos menos propensos a contraer enfermedades.
Maneras para fortalecer el sistema inmunológico
Gran parte de nuestra responsabilidad, recae en mantener nuestro sistema inmunológico funcionando de la manera apropiada. Para ello, es necesario fortalecerlo a través de ciertas actividades físicas, aportándole la cantidad suficiente de nutrientes o manteniendo una relajación mental.
Si deseas fortalecer tu sistema inmunológico para mantener tu estado de salud estable, lo puedes hacer de las siguientes maneras:
Reduciendo el estrés
Uno de los mayores debilitantes del sistema inmunológico, es el estrés, ya que podemos llegar a alterar nuestro estado de ánimo. Esto ocasiona que la resistencia del sistema inmunológico se debilite y aumenten las posibilidades de que seamos afectados por una enfermedad.
Para prevenir esto, es recomendable utilizar métodos de relajación para combatir el estrés. Una de las grandes maneras de hacerlo, es a través de la meditación, ejercicios de respiración, yoga o entrar directamente en contacto con la naturaleza.
Realizando ejercicios físicos
Cualquier actividad que implica el movimiento de nuestro cuerpo, puede ser suficiente para fortalecer el sistema inmunológico. Por ejemplo, el simple hecho de caminar durante veinte minutos por cuatro o cinco días a la semana, ayudará a reducir el declive que tiene la función inmunitaria por ciertas razones, como la edad.
Realizar ejercicios sobrepasando los límites, también puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud, ya que podemos adquirir infecciones que se originan principalmente en el tracto respiratorio superior.
Consumir alimentos ricos en vitaminas y nutrientes
Algunos de los nutrientes que se encuentran presentes en los alimentos, son de gran utilizada para aumentar la función del sistema inmunológico.
Vitamina C
Este nutriente es considerado como el más importante para nuestro sistema inmunológico. ¿Por qué? La vitamina C, es de gran importancia debido a que contribuye a la producción de las células encargadas en combatir la infección de la sangre, razón por la cual reduce el riesgo de que contraigamos virus que pueden entrar en las células.
Si deseas reforzar tu sistema inmunológico con la vitamina C, lo puedes hacer al consumir ciertos alimentos como frutas cítricas, pimientos, mangos, tomates, batata, coliflor y brócoli.
Vitamina E
La vitamina E también ayuda en la producción de las células encargadas en eliminar gérmenes, bacterias y disminuir los riesgos de contraer enfermedades como el cáncer.
Esta vitamina la podemos encontrar en una gran variedad de frutas y verduras, además de cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos.
Carotenoides
Alimentos como la sandía, el maíz, la calabaza y el brócoli, contienen carotenoides que funcionan como un antioxidante para nuestro cuerpo, los cuales se encargan de reparar las células dañadas por los radicales libres. De esta manera, nuestro sistema inmunológico funcionará apropiadamente.
Selenio y Zinc
El selenio y zinc se encuentran en alimentos como el atún carne, cereales integrales, nueces, productos lácteos, mariscos, carnes rojas y cereales integrales. Al ser ricos en proteínas, estos alimentos contribuyen a la construcción de muchas células en el cuerpo.
Factores que pueden afectar tu sistema inmunológico
Como se hizo mención anteriormente, la manera en que podemos contribuir al fortalecimiento del sistema inmunológico, es a través de la buena alimentación o realización de ejercicios físicos.
Sin embargo, existen algunos factores que también pueden causar que el sistema inmunológico sea afectado negativamente. Entre ellos, tenemos los siguientes:
- Dormir pocas horas o no hacerlo de la manera apropiada
- Los niveles altos de azúcar en la sangre
- El consumo de medicinas o bebidas alcohólicas
- Los granos refinados
- No ingerir alimentos que sean ricos en vitamina D, ocasionando una carencia de este mismo nutriente
- Pasar por varias etapas de estrés crónico
- Preocuparse de manera exagerada
- Atravesar por cuadros de ansiedad
- La presencia de aditivos en los alimentos que se consumen