Introducción
La complejidad que caracteriza a la propia anatomía humana ha sido tal, que dentro de los mismos estudios de la medicina se ha tenido que contemplar una ramificación, de manera que puedan abarcarse a cabalidad cada uno de los sistemas orgánicos que la conforman, los cuales a pesar de estar dentro de un todo, se distinguen entre sí por cumplir con funciones muy puntuales. Es así como sabemos los procesos en específico para los que han sido diseñados y, por ejemplo, si nos enfocamos en el que se conoce bajo la denominación de inmune o de defensa del cuerpo, tenemos que éste será el encargado de crear una suerte de una barrera protectora entre nosotros y el entorno.
De modo que es uno de los principales y hasta más importantes del organismo, al quedar como el responsable de impedir que los agentes externos que resulten perjudiciales ingresen por las vías que están expuestas a ellos, atendiendo con la mayor prontitud posible dichos microorganismos que son dañinos en cuanto les inhibe el tránsito. Pero hay casos realmente excepcionales en los que, debido a diversas razones que ya escapan de nuestras manos, la capacidad de respuesta se queda corta y por tanto, este bloqueo no se da a tiempo lo cual permite y hasta facilita su circulación, teniendo que recurrir al empleo de una o varias sustancias creadas para combatirlos.
Propiedades del Aciclovir
Y es justo en estas situaciones tan particulares que, ante la mínima detección de una anormalidad o irregularidad en dicho sistema que desata una serie de síntomas tal como si fuese una reacción en cadena al intentar atacar a estos invasores y, luego de una exhaustiva evaluación médica, se determine que lo mejor para contrarrestarlos sea un fármaco con propiedades antivíricas como el aciclovir. Su maravillosa fórmula lo insertará entre la categoría de aquéllos sintéticos que se asemejan a los nucleósidos, siendo éstos últimos unos componentes similares al ácido nucleico que forma parte de nuestro mapa genético, es por ello que resulta eficaz en el tratamiento de infecciones al interferir en el desarrollo de los virus actuando directamente en su ADN.
Beneficios del Aciclovir
Hasta el momento, ya hemos despejado algunas dudas sobre lo que es el aciclovir, pero ahora nos tocará descubrir más en cuanto indaguemos cuáles son las funciones que se derivan del mismo y los usos que se le pueden dar a la hora de padecer una afección específica. Vale acotar que, por supuesto, no será prudente adquirirlo sin contar primero con el aval de un profesional de la salud que se encargue de recetarlo, tras haber realizado un chequeo que apunte a optar irremediablemente por dicha formulación al estar por encima de cualquier otra, quedando perfectamente indicada para pacientes con enfermedades como:
- Herpes: para casos de herpes simple (lesiones en personas con un sistema inmune deficiente), herpes zóster (erupción de la piel más popularmente conocida con el nombre culebrilla) que ocurre en quienes ya hayan padecido de varicela; así como también para otros tipo de herpes como el genital (infección viral que se manifiesta con brotes entre el área genital y rectal), el labial (secuela del herpes simple que se presenta con ampollas en los labios y el rostro) y complicaciones asociadas al virus como la meningitis, encefalitis y hepatitis herpética (inflamaciones de la meninge, el encéfalo y el hígado respectivamente) o bien, el eccema herpético (infección cutánea) e infección herpética de la piel o en membranas con pacientes diagnosticados con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
- Varicela: afección perteneciente a un virus que está vinculado con el herpes (zóster), donde es ideal para calmar las molestias propias de este padecimiento que suele surgir en la etapa de la infancia a la adolescencia, disminuyendo sustancial y progresivamente las pústulas, ampollas o heridas que se dan durante la fase inicial.
- Mononucleosis: que en el argot popular se le conoce como la enfermedad del beso y es producida por el virus Epstein-Barr, no representa un peligro para la salud aunque, sin embargo, debido a sus probabilidades de estar emparentada con el linfoma de Burkitt, es prudente para aliviar la inflamación de los ganglios, bajar la fiebre y disminuir la intensidad de los dolores y escalofríos.
- Sarcoma de Kaposi: provocado por células malignas que se reproducen y desencadenan parches de tonalidades rojizas o púrpuras en órganos, ganglios, tejidos y membranas; asimismo, contrarresta la leucoplasia pilosa oral, que genera parches pero de tonalidad blanquecina al interior de la boca.
Dosificación del Aciclovir
Para administrar el aciclovir, previamente debe tener una prescripción médica ya que no se trata de un producto de venta libre, así que tome en cuenta estos datos de manera orientativa más no como un sustituto de lo que un experto pueda sugerirle al respecto. Recordando siempre que cada persona tiene un historial diferente, pero en líneas generales la tendencia se inclina para usarlo interna o externamente de la siguiente forma:
- Administración Oral: sea mediante cápsulas, pastillas o tabletas e incluso en su presentación líquida (suspensión), se toma la dosis recomendada por el doctor o farmacéutico entre dos y cinco veces diarias por cinco o diez días en cuanto se observan las primeras manifestaciones de la infección; mientras que el período se prolongará hasta un año, si se está ingiriendo como tratamiento preventivo de las erupciones del herpes en la zona genital.
- Administración Tópica: para la fase inicial de un herpes labial o genital, se coloca la crema con las manos limpias directamente sobre el área afectada luego de haberla lavado y secado, cinco veces diarias por cuatro días; en tanto que el ungüento conviene distribuirlo con ayuda de un guante que se debe desechar en cuanto lo haya usado, repitiendo la aplicación seis veces diarias (cada tres horas) por siete días, siendo importante que en ambas circunstancias deje que la piel respire libremente y no entre en contacto con el agua o la humedad.
Contraindicaciones y efectos secundarios del Aciclovir
Como toda sustancia química, no queda exenta de algunas restricciones en cuanto a su utilización y por ello, es crucial que si en medio de una consulta médica el especialista le receta aciclovir le haga saber si en el pasado ha experimentado intolerancia por una reacción alérgica a sus ingredientes o bien, tiene la duda porque jamás se ha sometido a una prueba para medir su grado de aceptación a la misma; esto es vital aclararlo para evitar cualquier inconveniente, que puede agravarse con la manifestación de un shock anafiláctico (choque alérgico potencialmente mortal).
Aparte debe procurar que esté al tanto de otros fármacos que tome con los cuales pueda entrar en interacción, sobre todo si son antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno) o para el tratamiento del VIH/SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirido) y si además sufre de cualquier otra enfermedad del sistema inmune o renal que cause deshidratación corporal; despeje las inquietudes que tenga en caso de estar embarazada o si sospecha e incluso planea estarlo y si se encuentra en período de lactancia, para valorar los riesgos y beneficios que pueda ofrecerle.
Generalmente los síntomas frecuentes de una reacción adversa que no representan mayor alarma, se dan con dolores abdominales, de cabeza o articulares, náuseas y vómitos, diarrea, visión borrosa o sensibilidad a la luz, fatiga sin explicación, vértigo y exaltación; sólo si interfieren con su ritmo de vida y son constantes, debe llamar a su doctor.
Al igual que en circunstancias críticas donde surgen graves inconvenientes como convulsiones o temblores, hinchazón en las extremidades o el rostro, arritmia cardíaca, insomnio, dificultad respiratoria, al hablar o engullir alimentos, sangre en las micciones o en heces líquidas, hemorragias y moretones, sensación de hormigueo o calambres e imposibilidad de movimiento en las extremidades, estados de confusión y alucinaciones, urticaria o comezón con presencia de ampollas, fiebre alta y pérdida del conocimiento.
Fuentes| Wikipedia