Para qué sirve el Aceite de Ricino

Introducción

Todas las virtudes de la naturaleza se pueden conseguir en infinidad de productos que hoy día, llegan inclusive a la comodidad de nuestros hogares si es el deseo adquirirlo por los diversos canales electrónicos que están a disposición, sea a través de páginas o portales web en específico o bien, redes sociales destinadas a la comercialización y distribución de los mismos. Pero indistintamente de cuál sea la preferencia a la hora de optar por estos artículos, en cuya composición hallamos múltiples atributos positivos que nos pueden beneficiar de algún modo u otro y dependiendo de la finalidad para la cual lo empleemos, lo cierto es que estaremos sacando ventaja de ésa versatilidad que les caracteriza.

Porque, por muy increíble que nos parezca, resulta ser que hay casos puntuales en los que una misma formulación ha sido de gran utilidad para tratar distintas problemáticas, sean éstas de índole medicinal y hasta estético por ser tanto comestible (en solitario o combinado con otro elemento), así como también aplicable localmente en zonas que sean de nuestro interés. Es este el motivo que nos lleva a indagar con un ejemplo bastante particular con un ingrediente que quizá, tengamos almacenado en algún lugar de la casa al ser conocido por ciertas cualidades que se nos han transmitido de generación en generación, que hasta ahora se enfocaban en un aspecto meramente interno sin saber que va más allá.

Propiedades del Aceite de Ricino

Hay quienes erróneamente lo han denominado como aceite de castor, pero es debido a una mala traducción del nombre que recibe en inglés (castor oil) y nada tiene que ver con una fuente de origen animal, ya que su extracción se lleva a cabo tras el prensado en frío de las semillas de la planta llamada del mismo modo, que científicamente se conoce como Ricinus Communis. Es oriunda de países del continente africano y asiático, pero además se ubica en la India y regiones mediterráneas, que son propicias por el clima cálido que les ofrece para su óptimo crecimiento y desarrollo; a diferencia de otras caracterizadas por climas templados o en extremo fríos, que interfieren en su reproducción.

Si se obtiene de un proceso manual que no altere su constitución, sabremos cuál es la calidad que le precede al poseer un intenso sabor poco tolerable al gusto y una leve tonalidad amarillenta a la vista, que se deben a la alta concentración de nutrientes los cuales son aquéllos que le confieren sus propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias, antioxidantes y analgésicas. Y es porque este óleo tan magnífico es realmente único en su categoría, al contener un ácido graso esencial para nuestro cuerpo como lo es el ricinoleico, que pertenece a la cadena del Omega 9 y abarca casi la totalidad de su extraordinaria fórmula, que aparte es rica en vitamina E, minerales y proteínas.

Beneficios del Aceite de Ricino

Conociendo todo el potencial que se deriva de este producto multifuncional, ha llegado el momento de ampliar el abanico con el aprovechamiento que haremos de él tanto por dentro como por fuera de nuestro organismo, que igualmente sacará partido de ésas bondades especiales que no pueden ser desperdiciadas. Así que, si cuentas con una botella de dicho líquido tan preciado y eres de quienes se inclinan más hacia las alternativas naturales, esta tal vez sea una opción que querrás incluir en tu recetario para:

• Favorecer el correcto flujo sanguíneo y demás líquidos corporales, por lo que contrarresta la hinchazón asociada a la retención, ayudando a oxigenar sus principales vías de tránsito.
• Aliviar la tensión de los sistemas articular y muscular al erradicar la inflamación en ambos, pero además participa como un excelente calmante que relaja las áreas afectadas, aún incluso en casos de artritis.

• Combatir la congestión nasal y el resfriado, gracias a sus propiedades que contribuyen a desinflamar, por lo que ataca la gripe de inmediato al purificar las vías del sistema respiratorio.
• Promover un adecuado tránsito intestinal por su efecto purgante o laxante que, probablemente, sea el atributo más extendido entre la cultura popular al emplearse como remedio contra el estreñimiento, al expulsar por completo las toxinas alojadas en el colon e inclusive los parásitos del intestino.

• Permitir la regeneración del tejido con los ácidos grasos pertenecientes a la cadena del Omega 3, que son coadyuvantes en procesos de cicatrización de heridas y aparte, al ser antiinflamatorio es perfecto para dar alivio a ampollas, picaduras, irritaciones, orzuelos, erupciones de la piel y quemaduras que han quedado de una larga exposición solar sin la suficiente protección.
• Eliminar progresivamente los callos y atenuar estrías y arrugas, ya que la combinación de vitamina E con ácidos grasos es ideal para deshacerse de la resequedad cutánea excesiva y, a la vez, para devolver elasticidad a la piel favoreciendo la generación de colágeno más elastina, que son dos sustancias cruciales que impiden el envejecimiento y aportan una mayor flexibilidad.

• Limpiar, tonificar e hidratar la piel a profundidad y prevenir el acné al, no solamente remover las impurezas que se hallan incrustadas en los poros y retirar completamente agentes externos, como los contaminantes del ambiente y de uso diario como el maquillaje los cuales inhiben su libre respiración, sino también limitar la propagación de bacterias que causan otras imperfecciones tales como los puntos negros.
• Facilitar un apropiado crecimiento del cabello, las pestañas, las uñas y las cejas al nutrirlos y dotarlos de un reforzamiento por medio de sus proteínas que impedirán el debilitamiento y asimismo, su caída o quiebre, sellándolos naturalmente al mantener por más tiempo la humedad y equilibrar el PH, restaurando totalmente los puntos álgidos que estén expuestos o propensos a padecer de estos problemas.

Usos del Aceite de Ricino

El modo de empleo de este aceite, va a depender de cuál sea la necesidad o requerimiento en específico que se busque atender, sea éste de carácter interno o externo y si seguimos estrictamente el orden de los beneficios antes expuestos, tendremos que para los masajes se puede emplear como base de otros aceites y aplicar por medio de una suave fricción en el sector que esté comprometido con las palmas de nuestras manos; si buscamos calmar dolores articulares, se procede al igual que el masaje pero añadiéndolo tibio y cubriendo con una compresa.

Si va a utilizarlo como descongestionante, también debe estar tibio y en esta ocasión se distribuirá en el pecho justo antes de irse a la cama, en tanto que si quiere contrarrestar inconvenientes digestivos en niños con una a dos cucharaditas basta y en adultos entre una y dos cucharadas; pudiendo incorporarle un poco del zumo de una naranja para ser más asimilable.

Para quemaduras causadas por el sol e irritaciones se puede mezclar con aceite de coco en cantidades equitativas y se deja hasta el día siguiente y, dependiendo del tamaño de la afección cutánea que padezca, si es pequeña (una picadura) se aplica solo con una tira de tela y en cambio si es grande (una erupción) con una mota de algodón, para esperar que actúe por una hora y lavar; en el caso de los orzuelos, se distribuye una gota en el párpado inflamado por un máximo de tres veces diarias.

Y en el marco de sus fines cosméticos, es ideal para masajear las callosidades teniendo los pies limpios y secos para cubrirlos con unas medias toda la noche, mientras que en las estrías es válido ligarlo con aceite de almendras; en el rostro es prudente diluirlo con aceites menos densos (jojoba u oliva) y luego de extenderlo con movimientos circulares y dejar unos minutos, retirarlo dando suaves palmaditas con un paño de microfibra remojado en agua tibia y en el cabello, pestañas, uñas y cejas se masajea por cinco minutos antes de dormir para que crezcan sanos y fuertes.

Fuente| Wikipedia